La artista Elisabeth Martín Maíllo genera su arte utilizando un material de gran exclusividad como es la malla metálica, combinada con estructuras de acero para asegurar su firmeza, un material muy singular que permite generar estructuras muy aéreas y versátiles aportando una gran multitud de variables en la misma.

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Una vida desarrollada entre arte y siguiendo la estela artística de su padre, el pintor y escultor Ricardo Martín Vázquez, ha desembocado en una necesidad creativa que ha dado lugar, a su vez, a lo que ella misma califica como esencia creativa. 

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El trabajo con la malla metálica ofrece la posibilidad de trabajar un material moderno que se integra fácilmente en diferentes ambientes pero sin perder el clasicismo de líneas limpias, sutiles y de especial elegancia, como el hallado en los torsos desnudos, que la artista considera su huella de identidad, o en la vaporosidad de los ropajes en movimiento de otras obras.

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Como característica fundamental de la obra de Elisabeth podemos destacar el movimiento, interacciones con la volatilidad y el deseo de sugerir el encanto de la belleza.

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Cada una de las obras están creadas a mano, sin ningún tipo de molde ni procesos mecánicos, pasando por un largo proceso hasta conseguir el resultado de obras rígidas, esbeltas y con gran inercia.

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Todas las obras de Elisabeth Martín Maíllo tienen garantía de piezas únicas.

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De este modo, la artista trata de plasmar, junto a sus obras, los orígenes de sus sentimientos, su personalidad, inquietudes y rasgos característicos de su temperamento..

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